martes, 29 de junio de 2010

SANTO DOMINGO QUINIENTOS AÑOS DE CRISIS

Desde mucho antes de ser republica,
diría yo desde el momento en que las dos culturas se encontraron en el mil cuatrocientos noventa y dos, comenzó el brete en esta media isla que hoy se llama Republica Dominicana.
Juan Pablo Duarte, tratando de sacar a la isla de una crisis en la cual había vivido sumido desde el momento del descubrimiento, fundó la republica,
desde ese período hemos vivido una crisis tras otra. Muerte, asesinato, magnicidio, corrupción, tiranía, etcétera.
Yo nací en el mil novecientos cincuenta y siete, cuando culminaba prácticamente o estaba en la cumbre de su propia crisis la tiranía de Trujillo,
desde que comencé a entender la situaciones políticas he escuchado de una manera sistemática la palabra crisis y la he visto florecer como si fuese regada por el poder, como si fuera invencible
y he luchado contra ella y sus secuelas en el país.
Mataron el chivo, y la nación entró en un periodo de nueva crisis, asume el Triunvirato en una crisis totalizada, gana las aleccione el profesor Juan Bosh y el país vuelve a la crisis y de la manera más cruel cae en una guerra entre dominicanos, que luego desemboca en una invasión por el imperio Norte Americano, llega al gobierno el presidente Balaguer y el país cae en una cacería de sus mejores hombres de sus jóvenes pensantes y todo aquel que estuviese en contra del régimen estaba en peligro de morir asesinado en una esquina cualquiera.
Así la señora crisis se va transfiriendo de un periodo a otro, sin agua, sin energía eléctrica, sin servicios sociales, sin comida, sin educación, los hospitales aun hoy día parecen ruinas apocalípticas.
Doce años de crímenes y asesinatos del doctor Balaguer culminan y el partido Revolucionario Dominicano vino con la misma rancia democracia, es decir más de lo mismo y aunque hubo una apertura democrática, el presidente de la republica termina pegándose un tiro, y el segundo periodo de dicho partido, termina con el presidenteJorge Blanco en la cárcel con el regreso de Balaguer y ese dia mi alma triste cantó ( Hoy
el cielo de la patria llora
pletórico de ira y desconsuelo
este regreso rojo de sangre,
el torrente corre a través de los cementerios,
socavando;
queriendo levantar los muertos olvidados
buscando entre cadáveres el coraje
que hoy los vivos llevamos oculto
bajo la piel adormecida.

Que fácil olvida mi pueblo sus muertos,
que fácil olvidan las calles sus tiros sin audiencias,
qué fácil olvidan los hombres su hambre de calabozo,
que fácil
este regreso a quemarropa del país a la sabandija,
que fácil he regresado a la pluma.

Yo esperaba
que una lluvia de estrellas de medio día
lavara la cornisa de mi pueblo
y otra vez
la treta se nos metió de incógnito,
otra vez imperio de sofisma,
otra vez la protección anhelada,
otra vez lo imprevisto,
otra vez los muertos en las esquinas,
otra vez lo inesperado,
otra vez palabras
y más palabras.

más...
No esperaré en las esquinas a la tortura
si no en la retórica a los torturadores
Porque a los torturadores
les desconcierta que los torturen,
esperaré lo injusto en la justicia.)


Vuelve el presidente Balaguer con su anillo palaciego, con su gobierno traumático para la nación y mi pueblo sufriendo, llorando sus muertos, su hambre. El partido de la liberación que vino a liberarnos no liberó nada, y el pueblo le dio el merecido sobre nombre de come solos, que llegaron en chancletas y salieron en chipetas, hoy son todos ricos y el pueblo en su misma miseria, su misma crisis.
Al presente cuando toda América latina trata de recuperar la riqueza que los corruptos han sustraído, mi presidente vende los vienes del estado, eso quiere decir que la crisis seguirá en los oídos y en la realidad de las generaciones venideras.
Y así he vivido y sobrevivido las crisis del país y hoy esta mágica palabra sigue en los labios de la gente, de los dirigentes, de los diputados, de los empresarios y hasta del presidente, que dice que como el país está en crisis el debe seguir siendo el gobernante, porque no se puede cambiar de caballo cuando se esta cruzando el río. Hasta cuando Santo Domingo querido tus riquezas seguirán en mano de un pequeño grupo, de facinerosos con sacos y corbatas, con discursos bonitos, y sentimiento vacío cuando para los pobres se trata.

VICTOR SUAREZ

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