martes, 29 de junio de 2010

Ni uno, ni otro

Ni el P.L.D., ni el P.R.D., ni el PRSC, ni ninguno de los P,
incluyendo todos sus derivados, no son parcelas en la que cabría
Víctor Suárez, esos partidos, los echamos todos en una licuadora y de
ahí no sale otra cosa que hambre, robo, miseria, sangre, dolor,
corrupción, extorsión, mentira, engaño y cuantas cosas malas y
fachosas puedan existir en este planeta, menos verdad, ni solución
para los problemas de este pueblo.

Son cómplices de los males de este pueblo todos aquellos que les
apoyan, que le dan su voto, y ayudan a afianzar cada vez más el dolor
de la carencia para este pueblo ingenuo que agoniza en la miseria.

Son cómplices, porque cual ganado de engorde le lavan el cerebro y lo
llevan al matadero cada cuatro años, como zombis, sin voluntad,
sabiendo que de dicha jornada no obtendrán ningún beneficio, sin otra
gracia, que la limosna del grupo ganador.
Yo no seré secuaz de la tristeza, ni del dolor, soy un hombre con la
suficiente visión futurista para darme cuenta que aquí solamente hay
engaño, mentira, negocio, político, y miseria humana entre ellos
mismos.
Hace tiempo que desperté, cual cadáver, de la tumba de la esperanza,
en la que ellos me tuvieron dormido por muchos años, ofreciéndole a
este pueblo la vida y solamente nos han dado la muerte, nunca más
apoyaría a ninguno de esos farsantes, engreídos, que tan solo utilizan
a este pueblo para su personal provecho.
Jamás estaré al lado de las ejecuciones, de las muertes por
intercambios de disparos, de los narcos estados, de la dejadez
inhumana.
Jamás estaría del lado de la caterva que ha mantenido en la miseria a
este pueblo, muriendo en la oscuridad, en el terror en el
oscurantismo, jamás seré cómplice de la desgracia, en la que esta
sociedad ha vivido durante cincuenta años, viviendo al borde del
abismo, sin medicina, sin techos, sin trabajo, sin tierra, sin
educación, mientras los vendedores de esperanza, viven en la más
vergonzosa opulencia, no, que nadie me confunda, con la mentira, yo
soy parte de la verdad, de la vida bien vivida, de la salud perfecta,
del amor sin limite, no le mentiría nunca a mi gente, no me ataría a
la falsedad del poder por dádivas, he vivido más de la mitad de mi
vida con lo poco que he podido obtener con el sudor de mi frente,
viviendo en un país carente de oportunidades, aunque a diente y uñas
se llegue a ser profesional, no necesité de Balaguer, ni del PRD y
cuando surgió la estrella amarilla en el horizonte violeta, en mano
del ilustrísimo profesor Juan Bochs, creí que la república comenzaba a
encausarse por el rumbo de la verdadera liberación de la pena
dominicana, pero otra ves el desconsuelo se metió de incógnito en la
esperanza del pueblo y de nuevo la mentira, el enriquecimiento
ilícito, la traición, el lujo, de nuevo más de lo mismo.
El hambre es el único espejo en que este pueblo se ha mirado desde
entonces, más desgracia a los humildes es cuanto se le ha
proporcionado desde el poder de esos tres partidos que han sido los
que hemos conocido y hemos vivido nosotros.
Por eso digo ni el uno ni el otro, me siento con más dignidad que la
que se encuentra en esas guaridas de randas, yo soy de los que cree
que la vida en este planeta es pasajera, por lo tanto no necesito más
que tener asegurado el día a día para vivir contento y feliz, no
necesitaré, del lujo, de la riqueza, ni de la acumulación, para sentir
que soy un ser humano, con dignidad y respeto. Por eso lucho para que
este pueblo, tenga salud, alimentación y educación, eso engrandece el
alma y el espíritu y los vendedores de esperanza no podrían penetrar
con sus mentiras a sus almas engrandecidas, pero a esos que viven de
la ignorancia de esta población, no le conviene que este pueblo
despierte.
Quiero agregar además, que escribo con mucho furor para una generación
que entenderá mi mensaje, una generación que no esté enajenada como
esta, que no esté bajo el dominio de los encantadores de cerebros,
escribo para que el futuro de este pueblo no sea tan oprobioso como
hoy.

por victor suarez

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