martes, 29 de junio de 2010
Más allá del pacto Leonel y Miguel
El acuerdo firmado por el presidente Leonel Fernández y Miguel Vargas,
Desatará en el partido revolucionario dominicano los infiernos de las luchas internas.
Sin la firma de ese acuerdo el ex presidente Hipólito Mejía quedaba imposibilitado en sus aspiraciones para volver a ocupar la presidencia de la república, la contienda hubiera sido diferente, incluso favorable para Miguel, tal pacto los incluyó a ambos al rodeo, tanto a Fernández, para después del dos mil dieciséis y a Hipólito para nuevos periodos presidenciales.
A raíz de ese acuerdo se han puesto en marcha las maquinarias del ex presidente Mejía para las elecciones del dos mil doce, dos mil dieciséis, la cual abrirá una competencia titánica entre perredeistas.
El ingeniero Miguel Vargas se acaba de poner un cuchillo bastante afilado en su propio cuello, se las pondrán difícil los mismos compañeros, y tendrás que enfrentarse cual coloso, contra esa fuerza avasalladora de Hipólito Mejía, y sentiremos como dicho partido se desgarrará.
Muchos vieron aquel acuerdo como un regalo de Leonel Fernández a Miguel Vargas,
Pero, desde mi humilde punto de vista, ese fue un señuelo puesto por el presidente donde él y solamente él ganará.
Divide y vencerá, esa fue la máxima usada allí, muy bien pensada por ese gigante político que es Leonel Fernández.
Si se arma una lucha entre perredeistas, esa fuerza blanca poderosa que exhibe el PRD, se verá oscurecida, debilitada, entonces el partido de la liberación dominicana emergerá y se seguirá viendo como el único partido, equilibrado y ecuánime del sistema de partidos en la república dominicana, en el cual se podría seguir confiando.
Para cuando lleguen las elecciones presidenciales del dos mil doce, con este acomodamiento el partido de la liberación dominicana ya tendrá ganada la mitad de las elecciones, por que en el partido revolucionario dominicano las luchas son feroces. Tiros, blasfemias, insultos personales, y al final terminaran rompiendo en mil pedazos el glorioso partido revolucionario dominicano.
Ojala que así no sea, y que los acuerdos democráticos, .comiencen a surgir y todo vaya bien allí, como un partido civilizado con mira a alcanzar el poder para el bien de la nación y no para el carnaval de agresiones y divisiones al que nos tienen acostumbrados, por alcanzar cada uno sus objetivos personales.
No es que crea que el triunfo de este partido, si lo lograre, cambie para nada las condiciones de vida de los dominicanos, todo el mundo sabe cuales son mis convicciones y mi deseo para el futuro de mi gente, y ya muchas veces el PRD ha estado en el poder y a mí particularmente me han dejado decepcionado.
Por Víctor Suárez
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