lunes, 28 de junio de 2010

Por la defensa de mi pueblo


Una necia insistencia que quieren usar los retrasados políticos,
conformistas, de este desastre llamado sistema que fomenta estos
estados de miseria, es repetir como papagayos que los que escribimos
para defender a este pueblo de su hambre y su indigencia perpetuada
por el capitalismo, acomodados, permisibles de todos los males que nos
aquejan es que, estamos anquilosados en los años sesenta, pero quiero
decirles a esos avanzadísimos pensadores que el hambre no pasa de
actualidad, que el hambre es la misma de ayer, que la falta de
medicinas en los hospitales es la misma de ayer, que esta educación
atrasada, es la misma de ayer, que la corrupción y el enriquecimiento
de grupitos, es lo mismo de ayer, que estos partidos, todos, los que
están en la lucha por dividirse el botín del estado, el botín del
pueblo, son los mismos de ayer con diferentes nombres, inconscientes
retrasados pescadores de fortunas y posición, para verse como
triunfadores ante los que no han tenido la oportunidad de infiltrarse
en el mal llamado progreso del individualismo.
Si el pensamiento ha avanzado políticamente hablando, ¿porque no ha
avanzado el bienestar para las grandes masas?
No soy pele deísta, ni reformista, ni peredeista, soy un hombre de
pueblo, con la sensibilidad humana de ver una población que perece en
la lucha diaria sólo por subsistir, mientras los patrañeros,
mentirosos, vives bien, no les remuerde la conciencia sus sed de
riqueza y traición a este pueblo que cada cuatro años pone su
esperanza en ellos.
Sus artimañas ya todos las podemos descubrir con tan solo una mirada,
ya no nos pasan desapercibidas, esos son los mismos de siempre: los
que se opondrán, si los campesinos tienen la tierra para trabajarla,
los que se opondrán, si los pobres tienen techo humano para vivir, los
que se opondrán, si los padres de familia tienen empleos justos. Esos
son los que se opondrán si esa fuerza militar corrupta es erradicada y
sustituida por hombres de conciencia, que sepan trabajar para la gente
y con la gente, esos son los que gritaran de rabia si les quitan la
mamila de la que han chupado por décadas, esos llorones son los que
enfrentarían a un gobierno que no permitiera el enriquecimiento
ilícito, que colectivice las riquezas de esta tierra.
Que llore quien quiera llorar, aquí la verdad es que un grupo se
beneficia de todo, otros de nada, ese grupito de malandrines, nos
joden cada día con sus defensas de su propio bienestar y sus intereses
mal sanos.
Esos son los que celebran en grande sus navidades y con orquestas
caras y grandes mesas celebran el cumpleaños de las amantes, todo a
costilla de los bienes de mi pueblo, mientras la triste gente los mira
con los ojos largos desde los suburbios muriendo, del hambre y la
desesperación, de pena, desde tiempo de Balaguer les envían una
fundita con la miseria adentro.
Por tales razones muchos abandonan el país hacia otras tierras en
busca de lo que aquí las hienas les han quitado.
Que dejen los llorones ciegos, enanos políticos, vividores insaciables
de los bienes de la nación, de querer hacerle creer a este pueblo que
un hombre tiene la culpa de lo que aquí pasa, ninguno en particular es
el culpable y en conjunto todos lo son, ellos son marionetas, que yo
jamás seria, cuando de defender a mi tierra se trate.

No quiero llorones a mi lado defendiendo un miserable sueldo,
defendiendo gobiernos inescrupulosos, defendiendo sistema de política
permisibles y propagadores de la corrupción en todas sus magnitudes,
quiero hombres concientes que puedan mirar más allá de su sombra, que
comprendan que la vida colectiva, es un asunto de todos, que la vida
en comunidad, es asunto de todos, que el bien colectivo, es realidad
divina, quiero hombres que quieran vivir el sacrificio de no tener
nada, de no desear nada, de no necesitar nada, y entregarse
completo,todo por el bien de los demás,
que eso de un grupo vivir bien y otros muriendo en la inmundicia es
diabólico, ellos son los muertos de hambre que creen que acumulando
grandes cantidades de comidas, ganados, tierra y dinero van a ganarse
la vida eterna, mientras los pobres de este país tienen las neveras
solamente con un jarrón de agua fría.
Después de la dictadura los gobiernos que hemos tenido en este sistema
de miseria han hundido cada vez más a esta tierra en la desventura.
Quiero decirles a los llorones que: Hipólito, Leonel, Miguel, Amable y
todos esos negociantes de la política, instrumento del capitalismo,
águilas rapaces, fomentadores de miseria, no son más que fichas de un
mismo domino, ni uno ni el otro, para que no confundan mi horizonte
con respecto a la defensa de este pueblo que ya no aguanta un día más,
mis deseo para los fines están muy por arriba de sus entendimiento.

Víctor Suárez

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