Oponerse a todo es la cuestión.
La enfermedad de oponerse a todo se encuentra en su más alto nivel patológico en la mentalidad de muchos pensantes del país, es una deficiencia cerebral, no encontrar nada positivo, ni hermoso hacia ningún lugar donde se mire, ver lo contrario y lo dañino en todo lo que se mira, se palpa y se escucha.
En la mayoría de los casos esas layas, nunca hace nada, solamente vive para oponerse a lo que hacen los demás, en más casos aún, son filósofos fracasados en todo cuanto emprendieron en sus vidas, nunca tuvieron éxito en nada, se quedaron a mitad de carrera no pudieron graduarse, echándole la culpa a todo lo que había a su alrededor, o comenzaron a estudiar el la postrimería de sus vidas, exactamente por eso, por que solo le vieron el lado negro a las cosas, no importa de donde venga, ni lo bueno que pueda ser para ellos, ó para otros, hay que oponerse a eso, hay que denigrarlo, mancharlo, ensuciarlo.
Si fuera por esa clase de sujetos, no existieran puentes, carreteras, elevados, edificios, ni nada, porque si ellos pudieran impedirlo todo lo harían. Ese tipo de individuos, sólo ve lo mordaz, en el que escribe, en el que canta, en que estudia, en el que crea, y en el que progresa, esas calañas, entelequias humanas frustradas, quieren introducir su negatividad en la mente de los que con esfuerzo hacen algo para beneficio de los demás. Cuanto sufren los artistas, los emprendedores, los creadores, el desprecio de sus obras por persona que muchas veces no tienen cultura, o el conocimiento para opinar sobre nada, pero dañar es la cuestión.
Por eso la guerra, por eso la sangre, por eso el odio, por eso el rencor, Yo prefiero estar del lado de lo que hacen, los que piensan, los que construyen y no alado de los que sólo hablan, prefiero estar al lado de los que edifican, que al lado de los que solo miran colocar los andamios. No hay mayor utopía, que cuando escucho personas defendiendo el dinero del pueblo, con estúpidas palabrerías. El único dinero que le toca al pueblo es aquel con el que se le construye algo, no importa lo que cueste, de todo modo eso será lo único que le quedará, no es el dinero que está en el banco central, ni el dinero que está en el reservas, ni el que se llevan los defalcadores que dirigen las empresas del estado, el único dinero del pueblo es el que se gasta en infraestructura, lo demás es pendejadas, por tal razón, que hagan metros, que hagan helipuertos, un aeropuerto para San Francisco, una autopista para San Francisco, un malecón alrededor de la isla, una estación central de autobuses en el aeropuerto de herrera, que hagan la isla artificial, que hagan, que hagan, que hagan, autopistas aéreas para llegar en una hora a Santiago, a Barahona y a Pedernales. Gloria eterna al que hace algo, y no se sienta en el frente de su casa a ver y a criticar el paso de los que cada día mueven aunque sea un granito de arena en beneficio de los que de verdad lo necesitan, gloria a quien escribe, al que canta al que dibuja, al que hace algo al que crea, al que ve lo positivo de las cosas, de la vida y de los demás, al que trabaja, porque esos no tienen tiempo para gastarlo criticando y buscando sembrar el odio el rencor, ni la desidia. La vida pasa y lo único que queda es lo que se hizo y el nombre de quien lo hizo o quienes lo hicieron, después nada existe.
La historia no cuenta nada de aquellos que sembraron la malquerencia, la saña, el encono, pero si habla de los que erigieron, de los que dieron amor, armonía, libertad, de los que dejaron algún legado al planeta o a su suelo natal, pero de aquellos que se opusieron a eso, la historia lo arroja en el fondo del olvido eterno. Así que queridos hijos míos, démosle un si gigante a la critica constructiva, si, a la entrega completa al bien y a la luz en todas sus manifestaciones, a la belleza, a la altura de pensamiento, a la positividad y un no rotundo, a las cosas que te empequeñecen, y te hacen arrastrarte a la más mínima expresión de la vida.
POR VictorSuarez
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