El amor es la razón, es la luz,
es la alegría de vivir para alguien y
por alguien,
el amor no pide, no exige.
El amor perdona un millón de veces y
otro más,
el amor no conoce la rabia, la ira, ni la
saña,
el amor es ternura, afecto, cariño,
dulzura, entusiasmo, es servicio.
El amor es encontrarse con la mañana
y marcharse con ella a hacer del día
un presente armonioso.
El amor olvida el ayer fácilmente, no piensa en el futuro,
pero sabe vivir el hoy lleno de júbilo y satisfacción.
El amor no alborota, no se encierra en su propio mundo,
porque el amor es horizonte multicolor en aquel que ama.
El que ama se entrega incondicional,
Con la fuerza de su corazón sabe hacer luz en la oscuridad,
no conoce el vacío, ni la soledad,
su felicidad es permanente.
Con tan sólo saber que su amor se esparce a mil kilómetros de distancia
se llena su espacio de plenitud.
El amor es una condición intrínseca que se cultiva con el día a días
y donde se planta jamás se yergue la pena, ni el dolor ni la tristeza.
El amor es seguridad, es grandeza, es la vida misma.
Quien lleva en su pecho el sagrado germen del amor,
ama y ama tanto que jamás vive para que le amen.
Porque el que ama sabe que lo igual atrae lo igual,
El que ama, es compasivo ante el llanto de los demás,
mas, nunca es débil ante sus propias situaciones.
El amor espera, el amor renuncia a sus exigencias
para hacer feliz a otro y a otros
El amor lo llena todo, porque el amor
es la fuerza sagrada del universo
y quien este lleno de esta fuerza universal,
tiene el poder y ese poder es DIOS.
Victor Suarez
Autor
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