Una perla en el hocico de los cerdos
de la pocilga del rey,
paloma desplumada por blasfemar
los dioses intolerantes de los veintidós años.
hoy tu alma es celestial,
después de haber lavado la patria con tu sangre,
retoño de la cosecha revolucionaria,
Visionario de la luz,
Cortaron de raíz tu impulso de vida,
el hierro le temió al poder de tus palabras
y al traficar de tu verdad.
Yo se que eras conciente de la noche tenebrosa
y del asesino que rondaba herido por la pólvora de tu mensaje,
el cual mas duro que las balas era,
pero tú no le temías, porque sabias
que no tendrían el coraje de enfrentarte,
Si no la cobardía del asecho
y a la sombra desaparecerte
Para acallar tu voz y mutilar tu corazón de risa
Y canto, que eran tan libre como hoy tu alma.
Habla, y canta desde los planos infinitos de luz,
Que tu voz seguirá escuchándose por los siglos de los siglos
En los confines de la isla, como un canto armonioso de libertad.
Victor Suarez
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