sábado, 24 de julio de 2010

¿Tenemos los Dominicanos un proyecto de nación?

Muchos buenos Dominicanos, dentro y fuera del país, donde quiera que
se encuentran, esparcidos alrededor del mundo, o en la lid diaria de
nuestra propia media isla, nos preguntamos frecuentemente: ¿Tiene la
República Dominicana un proyecto de nación definido, para impulsar al
país hacia un futuro brillante?

¿Existe un proyecto claro en el palacio nacional, para incitar a la
patria a caminar unidos y de la mono, todos, al rescate del
bienestarmperdido y usurpado? Muchos tenemos la sensación y casi la
certeza, de que el país desde hace mucho, pero, mucho tiempo, está
transitando por caminos inciertos, como cuando hacemos cosas para ver
que pasa, para ver, si nos sale bien.

Todo ronda alrededor del presupuesto de la nación: Unos milloncitos
para educación, otros milloncitos para salud, unos cuantos
milloncitos, para obras publicas y así sucesivamente. La mitad se
queda en los saquillos de los ministros, la otra mitad para pagar las
empobrecidas nóminas, y para las instituciones, en su servicio a la
comunidad, nunca alcanza.

No se aprecia, que la nación marcha hacia un progreso real. Estamos
sumidos en un progreso de oropel, colocado en un quebradizo andamiaje,
el cual, con cualquier brisa frágil se derrumbará. Se avista una
nación al borde del colapso, y esto se puede palpar en el patatús que
sufre el sistema energético, en la incertidumbre en que viven los
hospitales, en la incoherencia que baila en los salones de la
educación. Así como, en cuantas instituciones dependientes del Estado
Dominicano.

Ya no quedan propuestas a asumir por los gobernantes, primero, porque
ellos no escuchan a nadie, segundo, porque el dinero del pueblo se va
a las arcas de los que dirigen el estado y tercero, porque la política
se ha convertido en el más lucrativo de los negocios, en perjuicio de
la gente del pueblo llano, del pueblo pobre.

No quedan propuestas, para los que han manejado y administrado los
bienes de este pueblo por muchos años, ya no quedan invitaciones que
los incluyan. De hoy en más, hay que hacer propuestas alrededor de un
líder nuevo, de un guía sano, de un dirigente real, con visión de
pueblo, con sensibilidad de pueblo. Un hombre que no traiga en su
interés engrosar su cuenta bancaria, un hombre que le duela la miseria
en la que está sumido este país.

La propuesta nueva, que todos requerimos, es la organización
ineludible de todos y cada uno de los hombres y mujeres de bien, de
concepto claro, de amor al prójimo, sin egoísmo, sin el deseo del
enriquecimiento, todos alrededor de ese líder que emergerá
inevitablemente y llevará a esta nación a la tierra prometida, que
Juan Pablo Duarte edificó con su vida. WWW.VICTORSUAREZ.COM.DOPor Víctor Suárez

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